El cormorán de cuello negro (Phalacrocorax magellanicus) o guanay es una especie de ave acuática de la familia Phalacrocoracidae que habita en las costas de la Patagonia, así como en las íslas Malvinas. Tiene, como su nombre indica, el cuello negro y unas manchas rojas alrededor de los ojos.
Los adultos presentan un plumaje negro en la parte dorsal y el cuello mientras que en la región ventral el plumaje es blanco. Alcanzan los 60 cm de altura.
Anidan en los acantilados rocosos de las costa, contruyendo el nido en pequeños salientes de la roca y a base de algas marinas. Ponen entre 1 y 4 huevos en el mes de noviembre que son incubados durante aproximadamente 30 días. Los huevos son idénticos visualmente en relación a los de otras especies de cormoranes.
Se alimentan principalmente de peces los cuales pueden obtener zambulléndose en el mar hasta alcanzar los 12 metros de profundidad. Pueden permanecer sumergidos más de un minuto. A diferencia de la mayoría de las aves acuáticas, sus plumas no son completamente impermeables, por lo que al mojarse, éstas aumentan de peso, lo que les permite sumergirse más y bucear con mayor facilidad. Una vez en tierra, extienden las alas para secarlas.
Península Valdés en Argentina es un lugar excelente para avistar un buen numero de cormoranes de cuello negro y el espectáculo que supone verles pescar. Además, otras muchas aves como los caranchos, chimagos y pingüinos habitan en la zona. Este lugar es considerado una reserva de gran importancia desde el punto de vista faunístico por ser el lugar al que acude la ballena franca austral a reproducirse y el único apostadero continental en el que es posible ver elefantes marinos.
Ecowildlife tiene prevista una expedición a este paraíso de la biodiversidad marina el 20 de agosto. Para más información visitar nuestra web.
Los adultos presentan un plumaje negro en la parte dorsal y el cuello mientras que en la región ventral el plumaje es blanco. Alcanzan los 60 cm de altura.
Anidan en los acantilados rocosos de las costa, contruyendo el nido en pequeños salientes de la roca y a base de algas marinas. Ponen entre 1 y 4 huevos en el mes de noviembre que son incubados durante aproximadamente 30 días. Los huevos son idénticos visualmente en relación a los de otras especies de cormoranes.
Se alimentan principalmente de peces los cuales pueden obtener zambulléndose en el mar hasta alcanzar los 12 metros de profundidad. Pueden permanecer sumergidos más de un minuto. A diferencia de la mayoría de las aves acuáticas, sus plumas no son completamente impermeables, por lo que al mojarse, éstas aumentan de peso, lo que les permite sumergirse más y bucear con mayor facilidad. Una vez en tierra, extienden las alas para secarlas.
Península Valdés en Argentina es un lugar excelente para avistar un buen numero de cormoranes de cuello negro y el espectáculo que supone verles pescar. Además, otras muchas aves como los caranchos, chimagos y pingüinos habitan en la zona. Este lugar es considerado una reserva de gran importancia desde el punto de vista faunístico por ser el lugar al que acude la ballena franca austral a reproducirse y el único apostadero continental en el que es posible ver elefantes marinos.
Ecowildlife tiene prevista una expedición a este paraíso de la biodiversidad marina el 20 de agosto. Para más información visitar nuestra web.
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