Una vez concluida la primera etapa de los talleres para la
observación de aves que organizamos en WILDLIFE SPAIN , encaramos las siguientes etapas de estas actividades, con las Marismas del Guadalquivir llenas de invernantes,
en Doñana, y las grandes rapaces de Guara en el horizonte.
Tras la sesión teórica del sábado, el domingo pudimos
comprobar en el campo algunos de los aspectos que habíamos comentado sobre el
proyector. Gloria nos trajo una pluma en crecimiento, saliendo de su estuche,
perteneciente a un pollo de paloma torcaz (Columba palumbus), pudiendo ilustrar
como se desarrollan estas estructuras exclusivas de las aves y comprobando una
vez más como la implicación y la participación activa de los asistentes a
nuestras actividades nos enriquecen a todos. Varias especies de patos en
plumaje de eclipse, observados en los humedales del Delta del Llobregat, nos
han ayudado a entender las explicaciones sobre la muda y los ciclos del
plumaje. La práctica desaparición del diformismo sexual en estas especies,
entre hembras y machos “mancones”, cuando pierden las plumas del vuelo y no les
interesa llamar la atención de sus depredadores, quedaba patente observando
azulones (Anas platirynchos), porrones comunes (Aythia ferina) y patos cuchara
habiendo apagado sus llamativos colores nupciales. Pudimos observar al
zampullín chico (Tachybaptus ruficollis) acicalando con esmero sus plumas,
pareciendo que nos quería mostrar cómo de importante es para las aves
mantenerlas siempre en perfecto estado.
Hemos escuchado reclamar al pájaro moscón (Remiz pendulinus)
y al ruiseñor bastardo(Cettia cetti).
Un “flock” de estorninos pintos (Sturnus vulgaris ) acosando
y expulsando a una hembra de aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) nos
hablaba de las ventajas del gregarismo. Los aviones comunes (Delichon urbica),
agrupados en el humedal, cazando insectos sobre la lámina de agua, ponían en
relieve la importancia de estos espacios naturales como importantísimas áreas
de descanso en las rutas de las aves migratorias. Incluso hemos podido afinar
nuestras dotes identificando con unas cuantos correlimos menudos (Calidris
minuta), un combatiente (Philomachus pugnax) y adornar nuestro cuaderno de
campo con una rareza, el accidental correlimos pectoral (Calidris melanotos) en
paso post-nupcial, un divagante que nos puede llegar de América o Siberia.
Finalmente, hemos podido ser testigos de temas más amables
de la gestión de estas reservas, como el uso de caballos de la Camarga (Equus
caballus) como herramienta de control de la vegetación palustre. Hemos
confeccionado un check-list con unas cuantas especies más, como la paloma
torcaz, el gorrión común (Passer domesticus), martín pescador (Alcedo
atthis), focha común (Fulica atra),
polla de agua (Gallinula chloropus), garceta común (Egretta garzetta), garza
real (Ardea cinerea) o curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).
La presencia de especies de fauna y flora alóctona invasora,
plumeros (), miraguanos () o tortugas de Florida (Trachemys scripta), faisán
común (Phasianus colchicus), nos han revelado el precio que paga un espacio
natural protegido por resistir en las cercanías de una gran urbe como
Barcelona.
Una experiencia más, para corroborar lo maravilloso que
resulta para el naturalista salir a la mejor aula posible, el campo.
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